Hugo tras una pista helada

Hugo tras una pista helada

La historia de uno de los equipos de cazafantasmas más exitosos del mundo comienza en el sótano de Tom con un tartamudeante “FAME”. Su primer encargo: cazar un “ UEG”.

Cuando Tom baja al sótano de su casa se lleva un susto de muerte: en su trastero se esconde un fantasma. Sólo desea una cosa: echarle de allí. La experta cazafantasmas Eloína Comino le ofrece su ayuda. Pero, poco después, Tom conoce mejor al fantasma Hugo y ya no le parece tan temible...

El día en que comenzó toda esta historia era uno de esos días tontos en que todo sale mal. Cuando por la mañana Tom intentó ponerse los pantalones, su querida hermana le había hecho unos nudos en las perneras. Después de arrastrarse medio dormido hasta el baño, echó la crema de la cara de su madre sobre el cepillo de dientes. Y en la cocina se estampó contra la puerta del armario. Aunque todavía no había desayunado, esto era más que suficiente. Pero él solía tener este tipo de días. Días de "me-tropiezo-me-golpeo-nada-funciona". Lo bueno era que así los demás siempre tenían algo de qué reírse.

La idea de ponerme a escribir sobre fantasmas no fue mía sino de Markus Niesen, quien entonces trabajaba en el LOEWE Publishing House. Un día me espetó: "Cornelia, no deberías escribir algo sobre fantasmas?" — Y pensé: ¿Por qué no? Pero, ¿qué? Así tuve la idea de crear un personaje masculino que le tuviera miedo a los fanasmas. A ver... ¿quién no lo tiene?

Que Tom eventualmente se convertiría en un famoso cazador de fantasmas, no lo sabía al principio; ni tampoco estaba planeado que tuviera que sobrevivir a varias aventuras. Lo que me resultó muy divertido fue el juego con las abreviaturas. Todavía recibo maravillosas sugerencias de niños sobre nuevos tipos de fantasmas y sus abreviaturas correspondientes.

Otras entregas de la serie »Hugo y los cazafantasmas«