Issa Watanabe Ilustradora del Perú

¿Qué te trajo a la ilustración?

Recuerdo una vista del artista brasileño Vik Muniz, en la que un niño le preguntó si recordaba cuándo había comenzado a dibujar. Él respondió que no recordaba cuándo comenzó a dibujar, pero sí, cuándo los demás dejaron de hacerlo. Al igual que todos los niños, yo dibujé desde muy pequeñita; y tuve la suerte de que en ese entonces, mi madre se dedicara a ilustrar libros infantiles: la ilustración en casa era una forma natural de contar historias, expresar emociones, de inventar, de jugar. Es algo que no he perdido.

¿Cómo es un día de trabajo típico para ti?

Mi rutina de trabajo depende mucho del tipo de proyecto en el que estoy y de lo que me toca vivir en ese momento. Hace un par de años, por ejemplo, iba cada día a mi taller desde muy temprano y me encerraba a trabajar durante horas sin ver ni hablar con nadie. Luego, mudé mi taller a casa; vivo sola con mi hija y me cuesta tener un horario fijo de trabajo, sobre todo ahora que debido a la pandemia, se han suspendido las clases durante todo este año y uno vive haciendo malabares. Pero puedo decir, que me gusta mucho levantarme en la mañana, preparar una cafetera entera y sentarme directamente a dibujar frente a la ventana. A veces, estoy tan involucrada con una ilustración, que me obsesiono; puedo pasar horas sentada e incluso me cuesta dormir por la ansiedad que tengo de seguir dibujando al día siguiente.

Niña océano

Niña océano

¿Hay ilustradores que te hayan influenciado / influenciado?

Pienso que cuando creamos algo, recurrimos consciente o inconscientemente, a todo ese bagaje de influencias que hemos recibido ido a lo largo de nuestra experiencia. Influyen, por supuesto, ilustradores que uno admira (yo tengo varios), pero también, la música, los libros, las horas en un museo, el cine, las conversaciones casuales.

¿Cuál fue tu primera ilustración?

Cuando tenía 4 años, la profesora hizo un pequeño libro con las historias que le contaron todos los niños. A mi me pidió hacer la portada! Hice una jirafa, una flor y un pajarito. Aún conservo el libro. Mi madre y mi padre, guardaron todos los dibujos que hicimos mis hermanas y yo desde pequeñas.

¿Que te inspira? ¿De dónde sacas tus ideas?

Creo que no puede inspirarse a través de cualquier cosa que lo emocione o conmueva: una fotografía, un texto, un poema, el movimiento de un pájaro en mi ventana esta mañana. Las ideas en cambio, suelen haber estado dando vueltas en mi cabeza durante meses o años. A veces son experiencias que he vivido y tardan tiempo en tomar forma. Y basta un detonante, en un momento preciso, para que uno sienta la necesidad de expresarla.

Cómo en un árbol

Cómo en un árbol

¿Tienes un ilustrador / artista / autor favorito?

¿Te gusta escuchar música o audiolibros mientras trabajas o prefieres el silencio?

Prefiero el silencio.

La garza (Migrantes)

La garza (Migrantes)

¿Tienes un lugar favorito para trabajar?

Pasé 15 años viviendo en Mallorca y gran parte de ellos, en una casa que estaba prácticamente sobre el mar. Parecía un pequeño barco. Ese, era mi lugar favorito.

Ahora, vivo en Perú y más que un lugar favorito, necesito ciertas condiciones que me ayudan a estar a gusto trabajando en un determinado lugar. Por ejemplo, la luz natural para mi es esencial. También la soledad: no me gusta compartir los momentos de dibujo con nadie que no sea mi hija. Las mesas también son importantes: muy lisas y cuanto más grandes mejor; soy muy caótica cuando trabajo y comienzo a invadir todo lo que tengo cerca. Me gusta tener mis libros cerca, una cafetera y un sofá.

¿Hay alguna historia en particular que te gustaría ilustrar?

Hay un tema que ha estado muy presente en mi vida y al que ahora intento darle forma. Tiene que ver con los objetos, los recuerdos y la ausencia. Probablemente sea también un álbum silencioso como "Migrantes".

El largo camino (Migrantes)

El largo camino (Migrantes)

¿Cuál fue tu ilustración favorita que has hecho hasta ahora?

La ilustración del libro "Migrantes", en la que sale todo el grupo caminando y detrás, la compañía de la pequeña muerte. Esa ilustración tiene un valor especial para mi.

¿Qué se te puede encontrar haciendo cuando no estás ilustrando?

Soy de ritmos lentos, no soy una persona muy activa. Disfruto del silencio y estar en casa, aunque me gusta mucho viajar. Leo siempre; disfruto pasando el tiempo con mi hija; me gusta el cine; conversar con algún amigo en un café y últimamente, hacer figuras con plastelina para esculpir o construir pequeños escenarios.

¿Qué hace que el arte de ilustrar sea especial para ti?

No es fácil adaptarse a las exigencias que impone la realidad. Ilustrar me permite deformar un poquito esa realidad y construir simbólicamente, una distinta. Por otro lado, mi aproximación a la hora de ilustrar, es sobretodo intuitiva; cómo si tuviese un montón de piecitas de lego en la cabeza y las extendiera todas sobre la mesa. Las posibilidades de combinación de las piezas es infinita y en acto de armar y desarmar; uno va descubriendo el mundo, como un niño cuando juega.

La barca (Migrantes)

La barca (Migrantes)

¿Qué hace a un buen ilustrador?

Ojalá tuviera una respuesta para eso! No sé cuál es la receta, pero estoy segura de que debe partir de la honestidad, más aún, si está ilustrando para los niños.

A veces ¿Luchas a veces? ¿Tiene que motivarse y, de ser así, qué ayuda? ¿Hay algún tipo de "bloqueo de ilustrador"?

Muchas! A veces, cuando publicamos algo, comienza a haber mucho ruido alrededor. Es muy fácil perderse en ese ruido, y en esas ocasiones, lo que me ayuda es recordar porqué hago lo que hago y desde dónde. Otras veces, la voz viene desde dentro; esa voz que nos juzga y dice que lo que hacemos no es bueno o no lo suficiente. Schiller decía “la razón es un testigo molesto durante el proceso poético”; hay que aprender a reconocerla y callarla. Yo estuve trabajando varios años como directora de arte para una productora de contenidos. Era un trabajo que me gustaba y me daba una gran estabilidad económica, pero se comía todo mi tiempo. Yo quería ilustrar pero en ésas condiciones era imposible. Hace 2 años, mi madre tuvo un terrible accidente en Bruselas, que le llevó varios meses de lenta recuperación, en los que estuvimos acompañándola. Y a pesar de que somos conscientes de la fragilidad de la vida y de que lo único que tenemos es tiempo; muchas veces se nos olvida. Cuando regresé, renuncié a mi trabajo y comencé a hacer Migrantes. Muerta de miedo al principio por supuesto, pero ahora no me queda ninguna duda de que fue la decisión correcta.