Lara Feldhausen El Premio Clara
Lara nació en 2007 y creció en la pequeña ciudad de Hattingen, en Renania del Norte-Westfalia (Alemania). En 2025 finalizará allí el bachillerato. En 2023 participó en el certamen Claras Preis (Premio Clara) con su relato breve Ich leih dir mein Herz (Te presto mi corazón).
Desde entonces no ha dejado de escribir y continúa presentándose a concursos literarios, algo que puede seguirse a través de su cuenta de Instagram: @laramarie_writes.
Además de escribir, a Lara le gusta explorar otras formas de creatividad y participa activamente en iniciativas sociales y políticas.
Instagram¿Qué te llevó a escribir?
Escribo desde pequeña y siempre he contado con el apoyo de mi entorno, por lo cual estoy muy agradecida. Desde muy pronto sentí la necesidad de dar salida a mi creatividad de alguna manera, y con el tiempo la escritura se convirtió también en una forma de canalizar mis emociones y pensamientos.

¿Cómo llegaste a participar en el Premio Clara?
Ya antes me gustaba participar en actividades donde pudiera conectar con otras personas que escriben. Cuando encontré Claras Preis en internet, me pareció inmediatamente interesante. Me conmovió especialmente la historia que hay detrás del concurso: está dedicado a Clara, una niña francesa que falleció a los 13 años por una malformación cardíaca. Esa historia fue precisamente la que me inspiró a escribir mi relato breve.

¿Cómo te gustó la estancia en la finca de Cornelia en la Toscana? ¿Encontraste inspiración allí?
Fue como entrar en otro mundo, en el que la creatividad brota por todas partes. Te sientes acogida de inmediato, como en casa, sobre todo por la amabilidad de las personas que están allí. Creo que en un lugar así es imposible no encontrar inspiración, y estoy inmensamente agradecida por la experiencia y por lo cálida que fue la acogida que recibimos.

¿Qué te llevaste de allí a casa?
Sobre todo, la certeza de que la creatividad es algo profundamente valioso, capaz de unir a las personas y de darles esperanza. Antes solía pensar que las aficiones y profesiones creativas no se tomaban en serio, pero mi estancia en la Toscana me hizo ver que no podría vivir en un mundo sin historias, sin música, sin arte.