Ada Charlotte Kilfitt Joven escritora de Bochum, Alemania
Los relatos de Ada hablan de hombres de hielo y monedillas, de duendecillos y damas de los lirios del valle; hablan de las pequeñas cosas de la vida y de los sentimientos más delicados. Plantean preguntas: ¿Es especialmente picante una tortilla hecha con huevos de dragón? ¿Y qué ocurre si uno come del pan en el que la panadera ha amasado su alma? Y en el juego con las palabras se encuentran respuestas. Ada estudia Filología Alemana e Historia, le encantan los escenarios históricos y los tiernos Hofklöpse ronroneantes. Encuentra su inspiración en el pasado, y a veces se le aparecen personajes como el príncipe Meckernich o el general Molke de Kuhburg. Trabaja con pasión en su primera obra.
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¿Qué te llevó a escribir?
Tal vez las musas me besaron ya cuando estaba en la cuna, no lo sé. Solo sé que siempre me han fascinado las historias y que no podía esperar a aprender a leer y escribir. Mis primeros relatos tienen apenas unas frases y las palabras son difíciles de descifrar, pero nunca he dejado de escribir.

¿Cómo te surgió la oportunidad de participar en los proyectos de Artistas en Residencia de Cornelia?
La abordé en una lectura y le hablé de mi escritura. Después seguimos en contacto por correo y finalmente tuvimos una videollamada. Entonces me invitó a Fraggina. Así, sin más. Al principio me sentí bastante confundida y completamente emocionada.

¿Qué tal fue tu estancia en Volterra? ¿Encontraste inspiración allí?
Me recordó mucho a Corazón de tinta. Nunca antes había estado en la Toscana, pero las colinas, los caminos sinuosos, los arbustos y matorrales me resultaban extrañamente familiares.
Me encantó. Me sentaba con mi cuaderno a calentarme al sol como las lagartijas, hicimos una hoguera y el romero estaba en plena floración. Cornelia es una mujer increíblemente cordial, irradia calma y transmite una confianza que hace que una crea que lo que hace está bien. Estoy muy agradecida por el tiempo que pasé allí y pude confiarle a mi cuaderno muchos pensamientos nuevos. En Fraggina las historias murmuran y susurran desde cada rincón.

¿Qué te llevaste de allí a tu casa?
Una falda vintage de Volterra, un cuenquito de alabastro y muchas preguntas que Cornelia me planteó sobre mis proyectos de libros y que me hicieron reflexionar. Hasta mi próxima visita, espero haber encontrado algunas respuestas.