Janneke Ipenburg Escritora e ilustradora de los Países Bajos.

Porque me encantan los libros ilustrados.

Desearía poder decir que soy de las que madrugan, que después de un extenso paseo matutino ya me encuentro en mi mesa de dibujo a las 8:00 a.m. Pero la verdad es que levantarme resulta ser un desafío para mí, y por lo general no inicio mi trabajo hasta después de las 10:00 a.m. No me enorgullece admitirlo, ¡jaja! Antes de sentarme a trabajar, me gusta hacer algo de ejercicio físico. Y luego, con una taza de café en mano, doy inicio a mi día laboral.

Creo que es imposible no ser influenciada por otros artistas. De hecho, mi proceso creativo se desata principalmente a través de otras ilustraciones. Sin el arte de los ilustradores, que personalmente admiro y disfruto mucho, no estaría en la posición en la que me encuentro hoy.

Mi primera ilustración probablemente esté guardada en una caja en la casa de mis padres. Corresponde a un cuento que escribí cuando tenía solo siete años. Otra de mis primeras ilustraciones fue para un cuento que ahora ya tiene 20 años, pero que no se publicará hasta este otoño y saldrá con nuevas ilustraciones.

Encuentro inspiración en otros artistas. De alguna manera, me ayudan a enfocarme en lo que realmente deseo hacer. Y por supuesto, me inspira la vida misma: la naturaleza, los animales y la maravillosa locura que representa la vida en general.

¡Hay muchos! Cuando se trata de animales, es Simone Rea. Cuando se trata de mundos surreales: Shaun Tan. Y en términos de estructura y pinceladas, me impresiona Beatrice Alemagna. Podría continuar la lista indefinidamente...

Me encantaría ilustrar un cuento popular o una historia clásica como El Mago de Oz o Alicia en el País de las Maravillas. Sin embargo, también pienso que trabajar en un clásico sería un gran desafío y aún no sé si estoy lista para afrontarlo.

Me sigue encantando esta ilustración que ves abajo, la del hombre escribiendo algo en la pared. Fue creada para un libro de poemas para niños que se publicó en 2021.

Mi novio me construyó un gran invernadero y es sin duda uno de mis lugares favoritos mientras estoy ocupada con semillas, plantas y lombrices o bebiendo té y leyendo un libro.

Crear historias, convertir sentimientos y emociones en dibujos, conseguir una composición interesante (que es el mayor reto para mí).

A veces, el arte de otros puede abrumarme, y en esos momentos dudo de mi propio trabajo ("mi trabajo es tan aburrido, ojalá pudiera ser más expresiva, soy tan mala en los detalles...etc). Afortunadamente, esto siempre es solo una fase que debo dejar pasar. Mi pensamiento real es: no necesito crear hoy mi obra maestra definitiva.