Jessica Frascht Ilustradora y diseñadora de Luxemburgo

Jessica estudió diseño de comunicación en Tréveris, Alemania. En abril de 2024, completó su Máster en Artes en Ilustración y Diseño de Libros. Durante sus estudios, Jessica desarrolló un profundo gusto por las técnicas de impresión como la serigrafía y el linograbado, y las texturas que resultan de estas.

Con sus ilustraciones, busca iluminar temas nuevos y antiguos bajo una nueva luz.

Uno de los temas recurrentes en sus proyectos es la exploración de cuestiones y temas feministas. Por un lado, a Jessica le encantan las técnicas analógicas como el recorte de papel o técnicas de impresión como serigrafía, linograbado, xilografía y monoprint para trabajar de manera manual. Por otro lado, disfruta transfiriendo y procesando habilidades aprendidas de lo analógico a lo digital. La mayoría de sus diseños e ilustraciones se centran en formas gráficas, colores vivos y texturas.

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¿Qué te llevó al arte?

Siempre me ha gustado pintar. Desde que tengo memoria, el arte ha sido un refugio y una pasión para mí. Hay una anécdota sobre esto: tenía tanto miedo de mi primer día en la guardería/en el kinder que compré con mi madre un libro para colorear para calmar mis nervios. Sin embargo, ese día, mi madre olvidó darme el libro. Me sentí tan fuera de lugar y añoraba tanto mi libro para colorear que me escapé. Afortunadamente, una mujer me encontró y me llevó de vuelta al cole.

¿Cómo surgió la oportunidad de participar en el programa “Artistas en Residencia” de Cornelia?

Algunos compañeros y yo tuvimos la suerte de exhibir obras originales bajo el tema “Clásicos reilustrados” en el Museo del Libro Ilustrado en Troisdorf, en una exposición organizada por nuestra profesora, Henriette Sauvant. Durante la época de la pandemia, ilustré el poema “El Pantera” de Rainer Maria Rilke y lo implementé en una serigrafía bicolor. Poco después de nuestra exposición, Cornelia exhibió sus fascinantes ilustraciones y eso llevó a que entrasen en contacto Cornelia y la Universidad de Tréveris.

¿Cómo fue tu estamcia en la finca de Cornelia en Volterra? ¿Encontraste inspiración allí?

Al principio, toda la experiencia me pareció muy surrealista. Desde el primer momento que entré en Fraggina, el aura del lugar te envuelve. Se siente de inmediato la energía y la increíble belleza de ese pueblo. Te reciben con los brazos abiertos, puedes concentrarte completamente en tu trabajo e intercambiar ideas con personas afines. Cornelia te abre, con su ser y este lugar mágico, un nuevo mundo. Puedes olvidarte de la vida cotidiana y concentrarte en ti misma. Personalmente, fue una experiencia tan valiosa que probablemente no podría vivir en ningún otro lugar del mundo. Además de la hermosa naturaleza, también las maravillosas personalidades que conocí allí son una fuente de inspiración.

¿Qué te llevaste a casa desde allí?

En Fraggina aprendí a trabajar de nuevo de manera relajada y analógica. Dejarme guiar por mi intuición y no pensar en conceptos o requisitos era algo que cada vez me resultaba más difícil en la vida cotidiana. Después de algunos años de trabajar digitalmente, en Fraggina redescubrí mi amor por los lápices de colores. Pero también me llevé una comunidad de personas de mucho talento y grandes nuevas amistades. (Y, por supuesto, algunos kilos de más debido a la deliciosa comida).