Kye Ottley Ilustrador*, autor* y artista de storyboard de Bristol, Reino Unido
Kye nació y creció en el campo, cerca de Bristol. Siempre se sintió atraíde por la naturaleza y por las historias inspiradas en ella. Desde joven, elle escribía e ilustraba relatos con la esperanza de poder publicarlos algún día. Más adelante estudió Animación y trabajó como animador* 2D y artista de storyboard. Durante ese tiempo aprendió muchísimo y conoció a personas brillantes y creativas, pero descuidó sus propias historias. Actualmente, Kye se concentra en escribir e ilustrar de forma profesional y espera poder publicar sus propios trabajos e inspirar a otras personas a descubrir por sí mismas los espacios naturales.
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"A quick dnd character doodle I’m really pleased with - meet Maude (also Mort) the necromancer!"
¿Qué te llevó al arte?
De niñe inventaba constantemente historias y escribía y dibujaba todas mis ideas en cuadernos. Creo que eso venía de que me leían mucho desde pequeña edad: leyendas, historias de fantasía y relatos sobre personajes valientes que luchaban contra todo tipo de obstáculos. En aquel entonces vivía cerca de un precioso bosque donde encontraba abundante inspiración y libertad. Me encantaba descubrir todos los nuevos mundos que habitaban en los libros que devoraba. Los libros de Cornelia estaban entre mis favoritos. Me sorprende que todavía no se me hayan caído páginas de mis ejemplares de "Dragon Rider", "Reckless" y "The Thief Lord", ¡de tantas veces que los he leído! El amor por inventar mis propias historias nunca desapareció y hoy se ha convertido en mi profesión.

"Nettlebrand the Toad"
¿Cómo surgió la posibilidad de participar en el programa “Artistas en Residencia” de Cornelia?
Conocí a Cornelia en el Bath Children’s Literature Festival. La había visto por última vez en una charla en Bath cuando tenía nueve años, y en aquel momento le pedí a mi madre que me llevara. Fue una experiencia increíblemente inspiradora, así que reencontrarme con ella después de tanto tiempo resultó algo maravilloso. Le había hecho un dibujo de Nesselbrand en su forma de sapo, y Cornelia me preguntó si podía enviarle algunas muestras de mis historias e ilustraciones. Poco después me invitó a visitarla en Volterra.

¿Cómo fue tu estancia en Volterra? ¿Encontraste allí una forma de inspiración?
Amé el tiempo que pasé en Fraggina y Mulinaccio. Los espacios eran hermosos y llenos de naturaleza, y fue increíble compartir ese lugar con tantas personas creativas e inspiradoras. Después de un período lleno de exámenes, trabajo universitario y un empleo agitado, me sentía agotade. Pero allí, en la Toscana, noté que mi energía creativa regresaba. A veces bastaba con la paz que sentía al sentarme en el estudio y escuchar a los pájaros afuera, o cuando alguien me mostraba sus obras, o simplemente con la sensación de comunidad cuando nos reuníamos todas las noches a cenar. No describiría esa experiencia solo como inspiradora, sino como sanadora. En un mundo que en este momento es tan estresante y aislante, la importancia de lugares como Fraggina y Mulinaccio no puede valorarse lo suficiente. Son espacios que no solo reúnen a las personas, sino que también ayudan a cada quien a reconectarse consigo misme.

¿Qué te llevaste contigo al volver a casa?
Me llevé muchos recuerdos preciosos que siempre guardaré en mí. Estar sentade bajo las estrellas tomando té y conversando con Oksana, ir a comprar paninis a Volterra con Nora y Constantin, tener una charla entrañable con Cornelia sobre las más diversas maravillas. Fraggina y Mulinaccio son lugares encantadores, pero lo que los hace tan especiales son las personas que los habitan.