Olivenernte
En octubre de 2024 se varearon los olivos en Mulinaccio.
Los jornaleros agrícolas en Italia ganan a menudo menos de cinco euros por hora. Algunos reciben por su trabajo una tarifa diaria que no supera, en muchos casos, los 25 euros. Hay quienes no tienen papeles. Con frecuencia, se alojan en viviendas donde no hay ni electricidad ni agua corriente. Los capataces los transportan de un campo a otro. Por el transporte y el alojamiento deben pagar, de modo que al final del día no les queda ni siquiera la mitad de lo que se les ha pagado. Este sistema es denigrante, está organizado de manera mafiosa y se encuentra profundamente arraigado en la agricultura italiana.
Los trabajadores que aparecen en las imágenes están en mejores condiciones que muchos otros. Ganan más y son tratados con equidad. Pueden hacer pausas, disponen de suficiente agua y se entienden bien entre ellos, aunque provengan de diferentes partes del mundo. Ninguno tuvo miedo de hablar; el ambiente era bueno. Ese día cosecharon, entre ocho personas, alrededor de 1100 kilos de aceitunas. Esa misma noche se prensaron y se obtuvieron 110 litros de aceite.
Fotos: Michael Orth