Elias Linnekuhl Ilustrador de Hamburgo, Alemania

Desde que puedo sostener un lápiz, me expreso visualmente. Comenzando con caóticos dibujos de animales a tiza, pasando por los primeros dragones y sirenas en tinta, he experimentado con todo tipo de medios artísticos desde mi infancia. Ya sea pintando al óleo y acrílico, ilustrando con lápiz y acuarela, o armándome con pegamento y madera, nunca me aburrí. Como mi familia en general es muy creativa, tuve prácticamente infinitas posibilidades a mi disposición. Además de todas las impresiones del lugar donde crecí, muchos libros de fantasía me marcaron y me abrieron el camino para expresar mis propias historias en imágenes. Sin embargo, además del arte, me encanta la naturaleza. Por eso, después de la escuela, primero me dirigí a la ciencia antes de comenzar a estudiar ilustración.

Llegué a Volterra de manera indirecta. Franzi, una ilustradora en el proyecto de Artistas en Residencia, me llevó en 2023 después de haberle mostrado mis trabajos a Cornelia. Fue como un viaje a una tierra mágica, conocer a Cornelia y poder trabajar en ese lugar mágico. Originariamente, hubo un concurso en la HAW, en colaboración con Cornelia y la editorial Dressler. Lamentablemente, en ese momento no me fue posible participar, por lo que me considero increíblemente afortunado de haber estado allí a pesar de esas circunstancias.

Mudarme del pueblo más pequeño a la ciudad para trabajar y estudiar, siempre me hizo sentir un poco de nostalgia por la naturaleza y la vida del campo, por lo que mi corazón casi explota de alegría con todas las impresiones en Volterra. Hacía mucho tiempo que no llenaba tanto mi cuaderno de bocetos. Lo que más me inspiró fue el encuentro con todos los otros artistas allí, sus historias y este mundo fantástico al que uno se enfrenta con Cornelia.

En cada rincón pequeño hay algo por descubrir. Para mí, personalmente, los encuentros con la flora y fauna locales fueron muy especiales y memorables. Así que pude llevarme muchas impresiones que impulsan mi trabajo.

Además de todas las impresiones, recuerdos, fotos y souvenirs, como un puercoespín y algunas piedras, conocí a muchas personas encantadoras con las que mantengo contacto. Además, acumulé mucha inspiración y más de un cuaderno de bocetos lleno para nuevos proyectos, y estoy emocionado de que algo de esa magia de mi viaje fluya en ellos.