Cuatro amigos encuentran un tesoro
Escrito por Franco Tomás Macén
Prólogo
Había una vez, cuatro chicos como todos los chicos, eso sí, los cuatro eran amigos. Uno era Franco, otro era Lucas, otro Fede y otro Matías. Un viernes, la seño Ana les dijo a los chicos del Pío XII de 3ºB que el lunes que viene se iban de campamento toda la semana. Y les avisó que este fin de semana vayan preparando los bolsos así el lunes ya tenían todo listo. Los cuatro amigos hicieron caso y esperaron ansiosamente el lunes. Luciano, un chico al que no le gustaba jugar al aire libre, no le parecía buena la idea de ir a gastar energía trepando árboles, explorando a la noche, pescando, y todo lo que se puede hacer en el campo. A él le parecía mucho mejor estar cinco horas seguidas concentrado en la computadora o en la Play Station. Así que agregó a sus bolsos su video juego a pilas. Llegó el lunes y apenas arrancó el micro del viaje todos los chicos empezaron a gritar:-¡Bariló, Bariló, nos vamos a Bariló!- Mientras todos gritaban, los cuatro amigos empezaron a charlar y a jugar a saludar a la gente por la ventana. Lucas y Franco adelante, Matías y Fede atrás. Al llegar, los chicos empezaron a gritar:-¡Bariló, Bariló, llegamos a Bariló!-(Ellos gritaban eso solo porque iban de viaje, no porque iban a Bariloche.) Cuando terminó el griterío, la seño dijo:-Bueno chicos, salimos, buscamos un lugar y armamos las carpas.- Pasaron días de diversión y el jueves pasó algo que no creo que se lo imaginen. El mismo jueves, a las doce de la noche la seño despertó a todos, los reunió y les dijo:- Ahora chicos llegó el momento de ir a explorar con sus linternas, y no se vayan muy lejos.- Como siempre, Luciano, se quedó en la carpa jugando a sus videos juegos a pilas. Franco, Matías, Fede, Lucas encontraron una cueva. Franco y Lucas decían:-¡Entremos!- Matías y Fede decían:-¡No!- Y Franco dijo:- Bueno, si ustedes no quieren entrar nosotros sí vamos a entrar.- Y fue así, Lucas y Franco entraron y Fede y Matías se quedaron afuera. Y enseguida Matías y Fede se decidieron y dijeron:- Bueno, entramos.- Entraron y después de una larga caminata vieron un tesoro, sin saber que detrás de ellos los esperaba una momia. Lucas se dio vuelta y dijo:-¡Una momia!¡Corramos!- y Matías dijo: -¡Justo del lado de la salida tiene que haber una momia!- Corrieron lo más rápido que pudieron, y rápidamente la momia se quedó atrás, sabiendo que más adelante había más de las suyas. Matías al ver adelante suyo y de sus amigos a las demás momias exclamó:-¡No hay salida!- Y Franco dijo:-¡ Miren un agujero en esa pared!¡Entremos, rápido!- Entraron, y de inmediato una puerta de piedra los encerró. El lugar era aterrador y aún así, tuvieron que dormir ahí. La seño los buscaba desesperadamente. Al día siguiente, Lucas se despierta primero y encuentra una salida, y enseguida despierta a sus amigos y les avisa diciendo:-¡Che, despierten, encontré una salida! Salieron, buscaron a la seño y le contaron todo. Fede le contó lo de las momias, Franco lo del agujero en la pared, Lucas lo de la salida y Matías lo del tesoro. La seño no lo podía creer, los chicos le insistían y la seño finalmente creyó. Entonces la seño llamó por teléfono a unas personas para que rescaten el tesoro y lo pongan en un museo. Los felicitó a los cuatro por encontrar el tesoro. Para los demás chicos fue un simple campamento pero para ellos fue una aventura. Y la leyenda del tesoro y de las momias dice que el que quiera robar el tesoro se le aparecía una momia que le daba un gran susto.
Para este cuento tenemos 2 comentarios
Dejar un comentarioMe encanto, muy emocionante.
¡Hola! Este cuento es buenísimo, me encantó.