Gregory Christie Ilustrador de libros infantiles y profesor. New Jersey, EE.UU.

Yo era un niño bastante tímido. Prefería pasar el tiempo solo, dibujando, porque eso era para mí una forma de comunicación que no necesitaba palabras. Ya entonces sabía que de mayor quería ser artista. Cuando me matriculé en una escuela de arte, se me abrió la puerta a la ilustración. Mientras aspiraba a entrar en la escuela, me enteré de que los ilustradores pueden vender los derechos de uso de sus imágenes y de que la ilustración es un oficio con una larga historia que ha dado muchos enormes artistas.

Entre tanto, estoy muy ocupado, pues suelo pasar la mañana respondiendo correos electrónicos y cumpliendo con mis obligaciones. Tengo un espacio en casa donde realizo el trabajo de oficina e ilustro. Dedico mucho tiempo al diseño gráfico y enmarcado para mi proyecto "GAS-ART GIFTS". Es una librería en línea y una galería pop-up que siempre me llevo encima cuando voy de gira para dar conferencias. Tengo una lista de productos y servicios que desarrollo regularmente. Una vez que he respondido los correos electrónicos más importantes, empiezo a dibujar. Pinto tanto que tengo que poner una alarma para que me recuerde que tengo que levantarme, caminar un poco y estirarme. Sentarse durante mucho tiempo es malo para la salud.

Durante casi una década trabajé en el Museo Guggenheim, por lo que toda forma de arte visual ha tenido una influencia muy fuerte sobre mí. Desde Basquiat hasta Ingres, John Singer Sargent al igual que Pablo Picasso. Sobre todo, me fascina cualquiera que logre capturar la figura humana con una estética artística y en cuyas obras se contraponen diferentes texturas y estilos en una tensa relación.

Mi primera ilustración fue para un periódico de secundaria. Era un dibujo de Papá Noel con gafas de sol y abrigo al estilo "Terminator". En esa época, trabajaba con otro artista que diseñó letras de graffiti en blanco y negro para el fondo. En mi adolescencia tardía, hice una pasantía en un periódico más grande llamado Star Ledger, para el cual creé una ilustración para una receta. Cuando terminé, un empleado me dijo que le parecía genial, pero que debería intentar agregarle un poco de humor y pensar más fuera de lo común. Fue un consejo muy bueno y las ilustraciones siguientes fueron menos formales y un poco más entretenidas.

La vida me proporciona ideas, así como la interacción abierta con otras personas. Busco absorber tanto como pueda para que mi arte perdure y conecte con otros en un nivel profundamente humano. Tomo lo que me impacta y busco una verdad universal en la que todos puedan verse reflejados.

Me gustaría ilustrar un libro que aborde el tribalismo y la división en la sociedad, o que al menos haga que la gente cuestione sus creencias.

Me encanta "Above the Floodplain". Muestra a un niño con un paraguas en un bote, que navega sobre una inundación, mientras que más al fondo, se percibe una figura sobre el techo de una cabaña.

Es un rompecabezas. El desafío de condensar un montón de información en una imagen colorida que puede ofrecer una nueva perspectiva a quien la observa. La ilustración de libros infantiles me importa especialmente porque los niños a menudo encuentran en estos libros sus primeras lecciones de vida y de arte. Siempre soy consciente de que estoy creando algo para personas que aún no han nacido.

Un buen ilustrador necesita tener buen gusto y la habilidad de discernir entre su buen y mal trabajo. Se necesita disciplina y persistencia para mejorar, y una ética de trabajo para tomar el control de su destino.

¡Por supuesto! Se requieren habilidades, disciplina y suerte para lograrlo. La consistencia es clave, pero algunas personas no están hechas para la rutina. Trabajar duro aumenta tus posibilidades de éxito. La vida es un proceso continuo y aquellos que son sabios disfrutan más del viaje que de la meta en sí misma.