Kris Di Giacomo Ilustradora Franco-American

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¿Por qué te convertiste en ilustradora?

Para mí, muchas cosas confluyeron en la ilustración: mi experiencia en una escuela de arte; mis años como profesora de inglés para niños; descubrir -a mis treinta años- los libros ilustrados en francés, y los muchos encuentros con personas que me apoyaron y alentaron.

¿Cómo transcurre tu jornada laboral?

Realmente no tengo un día de trabajo típico. No me gusta la rutina. Pero cuando termino un libro, siempre estoy en casa en mi escritorio, con mis materiales de dibujo, con un escáner, ordenador, una taza de café y muy probablemente ande en pijama y pantuflas.

Ilustración de "Mon papa, il est grand, il est fort, mais... Editions Frimousse 2010, Autora: Coralie Saudo

Ilustración de "Mon papa, il est grand, il est fort, mais... Editions Frimousse 2010, Autora: Coralie Saudo

¿Tienes un ilustrador favorito personal?

Los de mi infancia que todavía me gustan hoy son Roald Dahl y Quentin Blake. Demasiados se han unido a estos como para enumerarlos todos aquí. Y también cambio de vez en cuando. En realidad, ya no tengo favoritos, aunque siempre hay algo que me interpela o incluso me llega muy cerca. No creo que un libro o una historia sean buenos o malos. Siempre hay algo enriquecedor por encontrar en ellos, algo que deja huella. Incluso las cosas que no nos gustan nos hacen quienes somos e influyen en cómo percibimos las cosas y en cómo trabajamos.

¿Hay una historia especial que te gustaría ilustrar?

Me gustaría poder ilustrar mis propias historias, con o sin texto. Pero esa es una tarea difícil. No puedo manejar las palabras tan bien como lo hago con las imágenes. Traducir lo que se cuenta en ilustraciones es lo más cercano a mí. Para elegir un texto al que dedicarme durante los próximos meses, se tienen que juntar muchas cosas: la intuición adecuada, algunas escenas espontáneas en mi imaginación cuando leo el texto por primera vez, palabras que inmediatamente se convierten en imágenes. Y una sonrisa. Si la historia me hace sonreír y me toca más profundamente, y si tengo una idea de cómo ilustrar la historia, entonces esta será mi historia perfecta. Busco algo nuevo, algo que no haya hecho antes, que me haga disfrutar y que me diga algo, y espero que algo que también les diga algo a los demás.

¿Hay alguna ilustración de la que esté particularmente orgulloso?

La mayoría de las veces prefiero los garabatos en mis cuadernos de bocetos o lo que he tirado en un papel a lo que he terminado. Cuando llego al final de un libro, siempre siento que he hecho demasiado y desearía poder empezar de nuevo. Muchas veces, la única forma de terminar con una ilustración es deshacer gran parte de lo que he dibujado. Siempre existe la sensación de que funcionará mejor la siguiente vez.

Cuando no estás ilustrando, ¿qué te gusta hacer?

Caminar y observar, hacer fotos, comer con amigos, ver películas, leer, montar en bicicleta ...

¿En qué consiste para ti el oficio de ilustrador?

Fue un descubrimiento que no había buscado y un alivio cuando lo encontré. De repente, algo cobró sentido después de años de preguntarme qué hacer con mi vida y cómo podría usar mis experiencia con el arte y el trabajo con niños. Ilustrar me conecta aún más con la niña que hay en mí, con el juego, la curiosidad, la independencia, la imparcialidad, con la flexibilidad del tiempo y la profundidad de sentimientos.

¿A veces simplemente no tienes ganas de dibujar / pintar? ¿Tienes que motivarte entonces? Y si es así, ¿cómo lo haces? ¿Existe el bloqueo del escritor también en los ilustradores, una suerte de bloqueo creativo?

¡Sí! Como freelancer, cada día tengo que superar bloqueos. El tiempo y el espacio son mis aliados. Todo ayuda a motivarme, menos la ilustración en sí misma: caminar, viajar, hacer aeróbic acuático, comer, observar cosas, escuchar, soñar despierta, ¡dormir! Por ejemplo, hace poco participé en un curso de teatro de objetos, y en otra ocasión vi una película polaca en blanco y negro con subtítulos en checo en la terraza de una casa, bajo las estrellas. Estas cosas me inspiran. (Por cierto, no hablo polaco, ni checo, el inglés es mi lengua materna y el francés es mi idioma en la vida cotidiana y en el trabajo. Quizás por eso prefiero las imágenes a las palabras; para evitar las dificultades del idioma. Actualmente vivo en Praga por una temporada y estoy aprendiendo español ¡Una combinación en verdad bien extraña!