Laura Merz Ilustratdora de Finlandia

Siempre me ha gustado dibujar y de niña y adolescente me dediqué mucho al arte. Más tarde estudié diseño textil en la Universidad Aalto de Helsinki. Quería diseñar estampados para interiorismo y moda, pero el proceso de diseño limitaba demasiado la creatividad para mi gusto. Para mi trabajo de fin de máster, decidí utilizar el dibujo exclusivamente para expresarme, libre de las exigencias de un patrón o producto repetitivo. Busqué diferentes métodos para liberar mi mano del perfeccionismo y otras limitaciones, con el objetivo de dibujar de forma más espontánea, intuitiva, experimental y expresiva. Me centré en mi tema favorito: el mundo animal. El resultado fue una gran colección de animales dibujados a tinta. Así es como encontré mi vocación durante este largo, cautivador y creativo proceso. Me gustaba tanto dibujar que quise compartirlo con los demás.

Para mí, la ilustración significa compartir mis ideas, pensamientos y sentimientos con el mundo a través de algo que me resulta muy natural: la narración visual, contar historias con imágenes. Al mismo tiempo, creo que la ilustración me une al mundo. También intento compartir el placer de dibujar en talleres para ayudar a encontrar la propia voz creativa en el dibujo experimental.

Llegué a la ilustración de libros infantiles por pura casualidad. Los dibujos de animales que hice durante mi tesis de máster se expusieron en una galería de Helsinki, y las maravillosas editoras Jenni Erkintalo y Réka Kiraly de Etana Editions (ahora mi editorial en Helsinki) visitaron la exposición. Se enamoraron de mis figuras de animales y me preguntaron si querría publicar un libro juntos. Ya han editado tres libros infantiles con mis ilustraciones y seguirán otros más.

Hmmm, llevo dibujando desde que tengo uso de razón, así que es difícil decirlo. ¿Qué se considera una ilustración? El otro día me encontré por la calle a mi primer profesor de arte. Tenía cinco años cuando empecé a tomar clases de arte para niños. Mi profesor dice que no quería dibujar nada más que arañas cuando tenía 5 años, por alguna razón. Así que tal vez fue la foto de una araña la que lo comenzó todo.

Dibujo muchos, muchos animales. El mundo animal siempre me ha fascinado. De niña, caracoles, langostas, conejos, gatos o cabras eran mis mascotas. Ahorré mi paga para un burro durante años. Nunca tuve uno, pero trabajé en cuadras de caballos y pasé mucho tiempo en granjas durante mi infancia. Hoy siempre intento salir de la ciudad lo más a menudo posible y pasar tiempo con los animales al menos unas semanas al año. Ya pasé un mes trabajando en una granja de cabras en Portugal. Los paseos con el rebaño y la rutina diaria de ordeño por la mañana me hacían muy feliz. Durante una residencia artística en Benín/África Occidental viví la experiencia de los safaris. Sentarse en el techo de un viejo land rover y observar animales exóticos me causó una gran impresión. Hace poco estuve en una expedición a caballo de una semana en las montañas de Macedonia. Fue una experiencia impresionante. Estoy deseando volver a mi estudio y dibujar caballos.

Este tiempo en la naturaleza, junto a los animales, es para mí un espacio para respirar, y es increíblemente importante para mi trabajo. Por supuesto, tengo más fuentes de inspiración: el arte visual, la música, la gente, las ciudades, la cultura.

Siempre tengo música en mi estudio, pero los audiolibros me distraen demasiado.

Me encanta mi estudio, pero también me gusta estar en el taller de madera de mi padre. Ahora mismo estamos trabajando allí en algunos juguetes y esculturas de madera.

Llevo mucho tiempo queriendo ilustrar un "Libro Silencioso", pero aún no he encontrado el momento. Cuenta su historia exclusivamente en imágenes. Es un libro ilustrado sin texto.

Soy una persona muy visual. Pienso, sueño, recuerdo y aprendo con imágenes. Por eso me resulta natural contar historias con ellas. Cuando trabajas con imágenes, tienes muchos elementos con los que jugar: líneas, formas, perspectiva, composición, estructura, color... Y todas tienen un significado simbólico y transmiten información. Ilustrar libros infantiles es muy especial. Cuando se trabaja en un libro infantil, el diálogo y la armonía entre texto e imágenes son muy importantes. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado. Lo ideal es que las ilustraciones llenen los huecos que deja abiertos el texto y viceversa, pero de tal manera que ambos dejen suficiente espacio a la imaginación del lector.

Sí, y en mi caso este bloqueo es mi perfeccionismo. Soy perfeccionista por naturaleza, y creo que el perfeccionismo puede entorpecer mucho la creatividad. Es una maldición y una bendición al mismo tiempo. Es lo que me impulsa a dibujar, pero durante algunas etapas importantes del proceso creativo, este perfeccionismo también puede interponerse en mi camino, distrayéndome y cegándome y haciéndome perder la noción de lo que estoy haciendo. Para combatirlo, busco nuevas formas de engañarme dibujando con menos cuidado y prestando menos atención a los detalles. Las herramientas más difíciles de usar pueden ayudar. Luego dibujo con cualquier cosa que de alguna manera pueda utilizarse como lápiz: puede ser material de limpieza, herramientas de la tienda de bricolaje, palos, trozos de plástico y cartón y cualquier otra cosa que caiga en mis manos.