Stella Dreis Ilustradora de Bulgaria

Quizás porque la ilustración me da la posibilidad de ver y mostrar la realidad desde otra perspectiva. No es una huida de la realidad, porque necesito d esta, pero el lenguaje de las imágenes me permite hacer preguntas y hacer visible lo invisible.

Soy una intrusa en este campo, y cuando comencé, fueron los libros de Wolf Erlbruch y Carll Cneut los que me fascinaron y me mostraron lo que puede ser la ilustración. Todavía amo y admiro mucho sus trabajos. Con el tiempo, muchas cosas han cambiado dentro de mí y en mi entorno, lo que ha hecho que mi lenguaje visual también cambie y siga su propio camino.

Hasta donde puedo recordar, había una anciana con un sombrero floreado sentada sobre un enorme huevo, esperando y esperando. Y esperando... Fue la primera imagen que pinté después de muchos años en los que no había dibujado ni pintado y casi lo había olvidado todo. Esta imagen fue la que me hizo pensar que quería dedicarme a la ilustración.

Para mí, el texto es la fuente más importante de las imágenes. Si el texto realmente me encaja bien, entonces es mágico. El resto es una mezcla de mis propias observaciones, experiencias y cambios resultantes en mí. Día tras día, una y otra vez. Dependiendo del proyecto y del tema, también pueden ser pequeñas historias reales, cosas, personas o lugares que me inspiran y que luego tejo en mis imágenes. Como el pequeño oso que se ve en el libro "Die Menschenscheuche" ("El espantapersonas") de Michael Stavarič. El libro se publicó en 2019 en "Kunstanstifter". El osito Arosall realmente existe. Su historia me conmovió profundamente. Y aunque me desvíe un poco... hay algunas preguntas que me acompañan durante todo el proceso. No inspiran, pero ayudan: ¿Cuánta poesía, peculiaridad o surrealidad necesita o aguanta el texto? ¿Y dónde exactamente las aplico? Pero también hay casos en los que siento que necesito ir más hacia lo concreto, lo real y lo cotidiano para que funcione. Este equilibrio es muy importante para mí. Porque solo así al final todo resulta creíble. Al menos para mí. Y luego esperas haberlo logrado. :)

Me encanta y necesito el silencio. Pero a veces, dependiendo del proyecto y de mi propio estado de ánimo, también me gusta escuchar música o audiolibros. Esto último sobre todo cuando tengo un trabajo puramente técnico que hacer, en el que no tengo que pensar mucho.

Orgullo no es realmente la palabra adecuada en mi caso. Imágenes como la de las sillas, los gatos o la ballena de "Was macht die Nacht" ("Qué hace la noche") de Dirk Gieselmann me gustan mucho. Despiertan en mí la esperanza de que aún es posible hacer más.

Contar historias. De lo invisible, de lo que se oculta entre las líneas, pero también de lo que se esconde en uno mismo. A veces en voz alta, a veces en silencio. Y guardar silencio donde sea necesario.

Me gusta cuando las imágenes conmueven, sorprenden, me cuentan su propia historia. Creo que eso tiene mucho que ver para mí con la poesía, la originalidad y la honestidad. Una buena dosis de humor calienta el corazón.

Puedo pasar días en silencio observando lo que me rodea, especialmente la naturaleza. Estar en silencio y maravillarse, eso me basta. Pero cuando un texto llega a mí, comienza un diálogo. Poco a poco, aparecen las sombras y ya no hay descanso. Lo cual también es muy hermoso. Si después de un tiempo no aparece ninguna idea útil, se vuelve bastante oscuro dentro de mí. En esos momentos conozco todos los estados posibles... ¡oh, sí! Lo que me ayuda es aceptar que esos tiempos son parte del proceso y que en sí mismos no son algo malo. Puede incluso ser purificador. Lo otro es confiar en que las ideas llegarán eventualmente. Incluso si todo resulta ser diferente de lo que originalmente se pensó o esperaba. Solo se puede dar lo que se tiene en ese momento o en ese tiempo. Nada más. Así que dejo ir y hago lo que me apetece en ese momento. Podría ser un paseo o otra imagen. Una que no tenga significado para nadie más que para mí. Así es como surgió la serie "Selfies". Se puede ver en mi sitio web. He oído opiniones muy distintas sobre ella. Eso es bueno. Y también es emocionante.