Miró Tiebe Ilustrador, grafista y art director de Oldenburg, Alemania

Foto: Michael Orth

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Nacido en Sauerland y criado cerca de Oldenburg, cerca de Bremen, Miró se mudó a Hamburgo hace unos años para estudiar. Miró es uno de los diez artistas a quienes Cornelia, Hamburger Dressler Verlag y HAW Hamburg hicieron posible una beca en 2019 para alojarse en la granja de Cornelia en Malibú. Los estudiantes fueron invitados a hacer una ilustración de una historia del mundo imprudente de Cornelia. Miró es ilustradora autónoma, diseñadora gráfica y directora de arte desde 2020 y actualmente (mayo de 2023) está a punto de graduarse con un Máster en Artes.

Hicimos la entrevista con Miró en el 2019.

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Foto: Michael Orth

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¿Qué te ha llevado a entrar en el mundo del arte?

Siempre me ha gustado dibujar y pintar. Para relajarme y pasar el tiempo. Cuando tenía siete u ocho años, pinté un rollo completo de papel de empapelar paredes con varios dragones locos. Me diagnosticaron dislexia en cuarto de primaria, lo que hoy en día me parece de lo más lógico, porque de hecho, lo que yo hacía era pintar letras, sin saber muy bien lo que hacía.

En algún momento descubrí por mí misma que el arte es mi medio de expresión. Y siempre he recibido apoyo y comentarios positivos, de mi familia, de mis profesores, compañeros y amigos.

Hace poco le mostré a mi abuela un dibujo que hice para mi trabajo de bachelor. Ella lo miró con seriedad y me dijo: "Oh, Miró, creo que es genial que hagas todo de esta manera y desde luego que tienes todo mi apoyo, pero no entiendo nada, aunque tampoco tengo por qué entender nada. Sé que es bueno y ya.. "Abuela", le dije, "está bien, no te preocupes, estoy muy contenta de que me apoyes".

También mi madre ha sido siempre un constante apoyo. Soy muy perfeccionista, por eso recorto de mis cuadernos de bocetos los dibujos que no me gustan. Mi madre solía rescatarlos del cubo de la basura.

Mi profesor de dibujo y pintura me preguntó en los últimos años de la escuela si quería ayudarle en las clases. Así que les di clases a mis compañeros y todos lo tomaron bien.

Luego fui a la escuela de arte durante un año para obtener mi diploma de escuela secundaria y también recibí muy buenas críticas. Esto, por supuesto, fortalece la determinación y la perseverancia.

Después envié mi solicitud de ingreso a muchas universidades y me rechazaron en todas partes. Para la mayor parte, mi carpeta de proyectos no era suficientemente específica. Luego supe que había entrevistas de portafolio de arte en Hamburgo. Vas allí, les enseñas tu carpeta de trabajos y los estudiantes te hacen sugerencias sobre lo que puedes hacer. Me recomendaron que añadiera algunas cosas coloridas, acuarelas, retratos, etc. Finalmente, me invitaron al examen de ingreso.

Y hace poco más de un año hice mi licenciatura en la HAW. En la parte teórica de la tesina, escribí un tratado sociológico sobre la desescalada en las manifestaciones. Así surgieron mis máscaras transparentes que permiten reconocer a la persona detrás de la máscara (máscara de manifestante o casco de policía al otro lado).

Foto: Michael Orth

Foto: Michael Orth

¿Cómo llegaste a formar parte del programa de 'Artists in Residence Programm'?

Hubo un concurso en mi universidad, aunque yo solo me enteré por un compañero de curso que me dijo: "¡Hay un concurso que no va mucho con nuestra línea, Miró, pero puedes viajar a Los Ángeles y conocer a Cornelia Funke!" Por supuesto que me pareció atractivo.

Yo ya conocía a Cornelia. Aunque no estaba tan conectado con sus libros debido a mi dislexia, conocía sus audiolibros y las películas. La historia de "Corazón de tinta" y la idea detrás de ella, me fascinaba, al igual que el Laberinto del Fauno. Desde que era pequeño, devoraba historias fantásticas. A la edad de cuatro años escuché por primera vez el audiolibro de "El señor de los anillos". Esta sigue siendo mi grabación favorita hasta hoy. Estaba increíblemente bien entonado. Desde entonces, devoro todo lo que es fantasía. "Harry Potter", Terry Pratchett, "Juego de Tronos" ... Por supuesto, no soy un gran lector debido a mi dislexia, pero todavía tengo muchos libros porque los amo como medio, como objeto estético. Y me parece admirable cómo la gente logra trasladar las imágenes en palabras.

Cuando estaba preparando el diseño para el concurso de Cornelia, estaba muy preocupado por si no debería incluir más emociones, más sentimientos, en mi estilo. Había trabajado de manera muy plástica y llamativa antes. Para mi trabajo final de grado me ocupé mucho de la tecnocultura, dibujé carteles y los serigrafié en 100 x 70 cm. Impresionan mucho y puedes ver de qué se trata, pero nunca se percibe el plano personal. Eso me irritó.

Entonces presenté el trabajo para el concurso y el comentario que hizo Cornelia fue exactamente lo que quería. Escribió que le parecía impresionante cómo me las había arreglado, a pesar de mi trabajo de estilo organizado y gráfico, para mostrar, junto a los hechos, también lo místico y todo lo que es propio de un cuento de hadas.

Miró nos muestra el boceto de su trabajo del concurso (Foto: Michael Orth)

Miró nos muestra el boceto de su trabajo del concurso (Foto: Michael Orth)

¿Qué te llevaste a casa de esa estancia?

La visita fue realmente alucinante. Le escribí a Cornelia una larga carta cuando regresé a Hamburgo. Después de llegar de Malibú, de repente tuve la necesidad imperiosa de ponerme a pintar. Tenía mucha energía. Cuando pinto, siento mucha energía, permanezco despierto toda la noche, trabajando.

Cornelia me dio un viejo lienzo y empecé a pintar. Me puse a pintar de una manera que realmente no era típica de mi estilo. Simplemente no pensé en el estilo, me dejé llevar y me pareció fascinante y muy inspirador.

Son miedo a las grandes superficies para pintar (Foto: Michael Orth)

Son miedo a las grandes superficies para pintar (Foto: Michael Orth)

¿Qué has sacado en limpio de esta experiencia?

Llegué a Hamburgo y estaba todavía como flotando, y pensé: tengo que seguir dibujando y pintando como hice en Malibú. Soy muy bueno en eso. Me está haciendo mucho bien.

Antes de Malibú me había cerrado a dejarme llevar al pintar. La estancia en la granja me ha dado una nueva fuerza y voluntad. Desde entonces, todo va muy bien. Estoy recibiendo solicitudes para varios proyectos.